La chica del colectivo
¿Tanto esfuerzo valdría la pena? Él, la había conocido al final del verano, cuando viajaba para la facultad en colectivo, la veía casi todos los días a la misma hora, por eso, se despertaba con ganas a las 6.30 para hacer 40 minutos de viaje hasta la facultad. Tiempo después, se dio cuenta que cursaba a la misma hora en la misma facultad, solo que ella se bajaba unas cuadras después que el, quién sabe porque. No importaba, pero él, la seguía viendo y eso le daba satisfacción, aunque en el fondo su corazón viajaba pensando en otra. Quizás por eso no sintió lo que al final, deseó haber hecho desde un principio. Resultó que un día, luego de los primeros amigos que hicieron, en lo que para él era, su primer año de facultad, tuvieron algunos conocidos en común, y fue allí que la conoció. En aquel momento, se le infló el corazón de emoción y aire de regocijo primaveral, quizás sea la escusa perfecta para conocer a la chica más hermosa, que hasta ahora había conocido, un saludo fue suf