Esa estrella era mi lujo

Me gusta la noche y no sé porque,
será que el amor anda de minifalda?
Será que el deseo siempre me incita?
Será que enamorada siempre baila en mi ventana?
Deseo que alguna ilusión en algún momento de tus sueños
iluminase tu corazón para darme la razón,
no encuentro aun, una esperanza que me llene el alma,
esa alma tan necesitada, esa que busca su media naranja,
esa que alguna vez aprendió del amor y sufrió en alguna ocasión.
O estaré ciego, porque quizás la vida
Realmente me dio corazones,
pero no los que yo deseo,
porque a veces siento que soy como la luz,
que atraigo bichos.
Y esa luz raras veces atrae mariposas,
pero me desahucia saber que las mariposas
viven tan poco tiempo en mi corazón,
casi como vos.
Mi orgullo me apura,
pero se siente solo al no saber nada de ti,
ni siquiera una señal me das,
ni siquiera sé si tengo fuerzas para ganar esta pulseada,
que ya no tiene demasiado sentido,
esta incoherencia de existir sin ti.
Porque nuestras miradas se quedaron en un sueño
Un sueño que nunca supe como terminaba
porque me despierto y todo vuelve a ser como antes,
solo otra vez.
El acido cítrico de este licor me hace perder la razón,
no se si es por vos, o por aquel amor,
serás vos la culpable de no querer encontrarme
porque mi corazón, a veces se duerme de tanto esperar,
a veces tengo miedo,
miedo de que se enfríe
y no vuelva a ser el de antes,
Que se cierre como las flores en el atardecer.
Y es allí en las noches que llora y pide a gritos que aparezcas,
desilusionado ya no le queda otra.
Esperar y esperar con paciencia,
paciencia llora porque se cansa de esperar y eso no es para ella,
eso es para soledad.
Entonces, es allí donde pienso,
dónde es que tengo que ir para encontrarte ahí,
porque estoy cansado de dar vueltas
para encontrarte y volver a perderte.
Perderte en un después que nunca llega,
porque es efímero como tus palabras,
cuando dijiste “después nos vemos”,
porque por las noches sueño esa oración,
Que es un momento de ilusión que me das,
como reflejo de tu deseo, arrogante que me condena,
en el amor y la imaginación.
Ese después que nunca acaba,
pero que me mantiene ilusionado, brillando por las noches,
como una estrella que no se cansa.
después no queda nada de todo lo que hablamos,
porque el después luego se va.
Y entonces otra vez a empezar
a buscarte en algún lugar
para poder sentir e imaginar que podes estar cerca mío.
sentir que estoy contigo.
y que nada nos va a separar,
porque es un ir y venir constante en mí,
que a veces se detiene en los recuerdos, ilusionado mirando al cielo,
esperando por esa estrella
Esa estrella, que ilumine mi cielo
porque después no queda nada si no estas acá,
después quien sabe donde queda aquel después.


Por Nehuén