Ameliés

Anoche salí con una amiga, una amiga de esas que no se tocan porque son amigas. Anoche salimos luego de ver unas bandas copadas y estar durante dos birras allí, para otro sitio, otro angar, ya que, del que salimos no daba para más. Pasamos por un comí rápido, se tragó el sabor amargo con unas papas, luego de que el flaco no le diera ni la hora, y la convencí para seguir rodando. Yo le dije, los músicos son así, no me quiso escuchar así que la lleve a otro lugar fuimos al bar donde por primera vez conocí a Jimmi rip, allí en la negra mulata, o la mulata negra, en fin no me acuerdo.

Ahí estábamos llegamos y el bar estaba a medio llenar, al toque se lleno, eran las 3. Consumicion gratis, con una hermosa carilinda mosa que al decirle lo linda que era me regalo una sonrisa, listo, que mas le puedo pedir. En fin, en el bar, mi amiga se dormía, no se que tramaba pero yo no me iba a dormir, la acompañé al auto y se fue.

Fue como sentirme sin cadenas, me salieron alas en la espalda, estaba free, todo por querer conformar a los demás, porque al final me hubiera gustado ir a bailar más atrás, esa música un tanto especial.

No importa, por esas casualidades tenía una consumición antigua y la utilice justo allí y fui a la barra de atrás una Heineken me acompaño sin más que un dulce sabor y un poco de amor, que el que te puede dar, sabiendo que es solo para vos.

Allí encontré en el tumulto del baile, a una amigo, ja! Que mejor que eso, y qué amigo! Bueno allí estábamos los tres afuera, chupando birra de la buena, y un para de minas, las clásicas viste. Una morocha hermosa flequillito, labios rojos fuerte HEeeeRmosa! Bue, allí fuimos con mi amigo nuevo, o sea el amigo de mi amigo, en fin. Me re bardeo, me dijo: “mira si no SOS cagón vamos, hay dos” Y me apuraba, la verdad es que no soy ningun cagón pero no era para mi, va por lo menos así lo veia yo.

Nos acercamos, parecía de película a tres metros nuestros teníamos que cruzarnos para encarar yo había elegido la morocha y el la rubia que relegaba mi gusto. Arrancó el, (todo esto en el patio de atrás, que es al aire libre)

Arranque primero se me cruzo por en frente mío para ir por la rubia, pase por atrás y así quedamos dispuestos a tirar los anzuelos, pareciamos dos tiburones, fue secuencial, ojala hubiera tenido una camara allí para firmar eso. Comenzamos, bien el otro flaco entrador, atiné a saludar, el flaco ni me presentó, bueno no sabía que carajo remar. Asi que ahí nomás, ¿quieren compartir la cerveza? El silencio previo fue la intro a esa charla.

Ni lo dudaron, ya ahí nomás me cayeron bien, hermosa la morocha, los otros dos estaban tan empedo que no ilaban una puta palabra a mi amigo lo acerque y se prendió a la charla.

La verdad es que se cortó todo cuando, el flaco empezó a delirar una sarta de pelotudeces, el que estaba con la rubia, eso se debe a que, (la flaca te inhibe al tener mucha personalidad) y como no sale tema de charla, el tira cualquiera, para que la otra le siga el viaje, en fin yo media mascara en un momento desisté.
Me decía por dentro qué chamullero que soy, a parte uno se da cuenta cuando hay como un naylon adelente de la flaca, entre los dos, como aborreciendo las palabras “chamulleras”. Y ahí empecé a ser yo, la flaca se re prendió en la conversación mi amigo en medio de los dos, quedaba colgado, en fin.

Le faltaban finales para recibirse de loca o de creida intelectual o mejor dicho de psicologa, porque digo esto porque a pesar de ser linda tiro un par de frases, como si ella fuera la más de los mas, para mí que nos re psicoanalisó, para mí que se dio cuenta de la ganzada que estabamos haciendo, en fin la rubia ya para esto lo había descartado al flaco y en un momento entró mi amigo nuevo a la conver, y la flaca se sintió muy apabullada, que flaco pelotudo, al final pensé, yo quedé cómo un pelotudo con el borracho ese al lado mio y

La minita con 27 años, que cabidad me iba a dar, en fin, y a esto creo que venía la historia, las mujeres disimulan muy bien la edad, yo le daba 21, 22 y re madura. Pero no, era un poco mas petisa que mi metro setenta y aparentaba mucho menos.

Entramos al bar lleno de gente me quede con lo poco que quedaba de mi amiga cerveza en un rincon fichando la gente linda y el buen baile, quien dijo que estaba aburrido, y en esa movida le dije no se que a una flaca, creo que linda que SOS y se dio vuelta, pensé que me iba a pegar y bueno comenzó la charla, mucho más petisa que yo, linda la chica, tenia que agacharme para hablar.

Parecia una charla de sordos, nos repetiamos las cosas, por la obvia música fuerte. Y ya me
ganaban las ganas de saber con que mina estaba hablando, y que edad me das, me re ficho la loca, 22. Y a mi? me pregunto. Disimule los 25 y le tire unos 23, 24 así de una. Tengo 27, me dijo, mi cara de ¡¡otra vez!!

Bueno fue corta, le pregunté por sus gustos, la mina se prendía a la charla, tenia pinta hippie corte carré a lo amelie, me encantan. Y ya se habia recibido de periodista, trabaja en un comercio, y le pregunté ¿no te gustaría escribir para mi revista? dijo que no. Así fue que conocí a la amiga que escribia.. Allí abandoné la noche porque el sueño y mis amigos borrachos me estaban ganando con 27 de mano.

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