El perdón es divino

Podía seguirlo hasta la casa, olerle su fiero perfume y apreciar los detalles con más detenimiento, a veces lo molestaba, porque él me había robado mi corazón, el único que hubiera querido por un tiempo mas, el de ella el de mi novia en su momento.

Ella nunca lo supo, pero mi venganza esta latente, el no lo sabe pero me las va a pagar. Nunca nadie pudo encontrarme para hacer las pericias correspondientes, en el cielo los tramites son automaticos, la estela blanca se me abrió rápido desde aquel precipicio en el que caí, era imposible salir de allí pero el arcoiris al final del tunel y la luz, me hicieron dudar de mi camino.

Un angel me explicó que debía caminar hacia la luz, pero yo le supliqué que me dejara, y así lo hizo, le pedí que aparezca cuando terminé aquí en la tierra, y sin mas, no dudo y me dejó. No tenía ningun plan, solo las plabras que le dije antes de morir, y estoy tranquilo por que se las recordé:
“voy a volver para que me pidas perdón” Y así me morí con la verdad de aquellas palabras, palabras que tenían una pesada carga consigo y eran la libertad de mi alma.

Nunca me pidió perdón, asi que, de regreso a la casa, cuando terminé de acompañar a mi hermanita para que llegara sin problemas a lo que era mi casa, lo fui a buscar. En un abrir y cerrar de ojos lo encontraba no me costaba nada. Y allí estaba entrando a su casa.

Quiso abrir la puerta de su casa y lo hice tropezar antes de entrar, se desparramó en el hall frente a su puerta, comenzó a maldecir sus típicas frases mientras levantaba su tan pesado cuerpo de matón de cancha. En sus ojos aun se reflejaba su mirada frio y soberbia de la que ni el se la creía.

Lo lastimé en su rodilla tal como el me empujó la primera vez tecleándome, entró, subió las escaleras y vi su gato que lo esperaba desde arriba, lo asuste de tal modo que se trepó en el, se prendió a su buzo y no hice más que empujarlo, el gato me vio y se asustó al ver cerca de mi la muerte que me acompañaba como esperando mi decisión.

Cayó y rodó un poco las escaleras, se rompió el labio y allí recordó mi imagen de cuando me pegó estando en el piso, me vio sangrar y no tuvo piedad. La flia estaba lejos del comedor, estaban afuera, era el lugar perfecto para un crimen sin culpables. Me recordó porque llevaba mi cadenita como trofeo de guerra, y la vio por primera vez en el piso y allí fue que la agarró con fuerza y la tiró entre sus cosas en la mochila.

Ya lo tenía, era mio, lo dejé un tiempo para que suspire por última vez antes de que entrara en pánico. Entro a su cuarto y lo sorprendí pasando detrás suyo con un viento que le erizó la piel, las cortinas comenzaron a flamear por mi enojo, el poder que tenía era fenomenal e ilimitado, fue entonces cuando decidí hacer caer su cuadro, en el que estábamos un par de amigos entre ellos el y yo.

Allí se asustó quedo perplejo por el viento y pensó algo. Agarró su mochila y decidió marcharse, pero no le iba a ser así de facil escaparse de mi. El bate con el que me había pegado estaba guardado en el armario, lo removí para que saliera de el y allí quedo desparrramado en la alfombra, solo el bate y el, en un silencio cómplice los dos, con recuerdos poco atractivos para él, la culpa se le notaba en la cara y no podía disimularla.

Me cansé, asi que decidí comenzar a prender y apargar la luz como si fuera que realmente estaba allí, pero yo estaba apreciando todo desde el umbral de la puerta. Metió el bate en su lugar se afirmó la mochila nuevamente y salió, justo antes de traspasarme le cerre la puerta, y fue allí que me asomé a través de la puerta, le vi la cara en frente mio, estaba asustado, su cara reflejaba miedo de verdad y sensaciones de escalofrío que yo podía sentirle, tenía la piel de gallina.

Abrió la puerta y se marchó pasó por delante mio y miró para atrás, realmense se sintió raro y observado, la luz comenzó a titilar otra vez. Bajé más rápido que el y vi el espejo antes de la puerta y allí le escribí. “ pídeme perdón o será así toda tu vida.”

Se frenó para peinarse como si no hubiera pasado nada, miró al espejo y vio mi sombra por detrás, quedó anonadado al ver que no había nadie mas que él, no entendía demasiado, pero por dentro temía lo peor. Volvió al espejo y vio la frase que se reflejaba tras su imagen, se puso más nervioso aun, al final me sentí en paz... Solo su mente se va a ocupar de él, así que lo deje ir...

A veces pienso ¿qué es lo debe hacer un inocente muerto, detrás de tanta maldad, si no hay justicia?

A veces pienso que los espíritus estan en la tierra para este tipo de cosas, para que se sepa la verdad, están en los sueños de los seres mas queridos, en los recuerdos y en las mentes de los que matan. Por otra parte te aprecian y cuidan de vos desde el otro lado, aunque no parezca.

A veces pienso que la muerte no es tan justa, pero pensándolo así no se si me la cobraría, solo me gustaría que pidan perdón, nadie se lo merece de tal modo, pero hay muchas personas que mueren inocentes, y muchos asesinos que deben sentirse así.

A veces pienso que las almas no toman venganza, porque están mejor que acá en la tierra. El perdón es divino, y los libera de todo sufrimiento, de toda venganza, la venganza está en la mente de los hombres sin paz.

Solo espero que el mundo se de cuenta de esto, que la venganza no lleva a ningún lado, todos cometemos errores y hay que reconocerlos, a veces pidiendo perdón y no buscando venganza.

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