La naturaleza se enoja

La ventana de esta pieza estaba apenitas abierta porque el calefactor en la pieza tan chiquita por el solo hecho de estar en piloto calienta mucho, entonces para no despertarme con otros relojes despertadores de las piezas contiguas, cerré la puerta para dormir tranquilo, además de todo esto, el dióxido de carbono es peligroso.

Sin embargo esta mañana me desperté con un fuerte estruendor que llegó desde la ventana, había mucho viento afuera, me desperté de golpe y pensé que había un tornado, fueron segundos.

Particularmente soy de esos tipos que reacciona sin pensar. Y así fue como en milésimas de segundos vi la ventana el veledor volar por la mitad de la habitación, tirar un par de cosas que había en la mesita de luz y un ruido que para esa hora parecía un tornado, no sabía si taparme ante tal violencia o salir de aquel lugar de viento enojado, decidí escapar al pasillo seguro. El aire chifló muy fuerte en ese momento, por lo que el susto se multiplicó y no dude de escapar de allí.

Automáticamente salté de la cama, sin dudarlo e intenté abrir la puerta pero solo llegué a manotear el picaporte porque, la velocidad y el freno ante la puerta hicieron que me resbalara con mis medias tibias sobre el parqué encerado y caí de espaldas, solo logré manotear el picaporte y caer hice mucho ruido, porque caí sobre la punta de la cama y me raspé con un dolor terrible y a punto de sangrar. Me quedó toda la espalda roja por suerte no pasó a mayores, todo esto fue en segundos.

Cuando realmente tomé conciencia de lo que ocurría, no había ningún tornado, yo estaba en bolas casi corriendo para escapar de la nada misma, y un susto que me dolieron los ojos porque los abrí tan grandes y de golpe que no tuve tiempo para desperesarme, que linda mañana, me arde toda la espalda.

Que merecí para despertarme así. Qué es lo que hice, me pregunte después calmado y viendo que era solo el viento lo que hizo semejante lio. Que cagaso. Estaba en calzones y remera tratando de entender lo que había ocurrido, agitado, mientras me rascaba la cabeza como queriendo retomar la razón. Segundos después cerré la ventana, verifique si había tornados y no vi nada anormal.

Recordé que en casa no había nadie y fui a mirarme al espejo del pasillo. Había una marca roja casi sangrante de un raspón terrible, me volví acostar, pero el susto era demasiado grande para volver a calmarme, así me levante hoy lunes exasperado, confundido y aturdido.


Buen día a todos, menos para mi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El mito se termino: la verdad sobre Jorge Hane

Si ya sé, todos tenemos problemas existenciales y qué!

El tiempo pasa, nos vamos poniendo tecnos..

La cocina calienta el sexo

De pasiones y colores, besos chillones

¿Por qué las burbujas son redondas y no cuadradas?

El reflejo de una mujer

La chica del colectivo

El mejor verano de mi vida