Buen augurio!

Creo que lo hermoso esta dentro nuestro y hay que saber sacarlo, estamos en este mundo de paso y no hay lugar para amargarse, una frase de un hombre que siempre anda de mal carácter, hoy en el negocio donde trabajo, me hizo sonreir.

“Para que vamos a decir que andamos mal, mejor decir que estamos bien, no hay tiempo para amargarse.” Y por primera vez en meses que lleva comprando, lo ví con otros ojos, quizás lo dijo de cansado que estaba de tanta cara de ojete, pero le salió de adentro y me llegó.

Hoy es un día de esos en que te pueden suceder cosas diferentes a las normales, es de esos días que no esperas nada a cambio, pero debes en cuando pasan, a veces no son buenos. Pero hoy creo que sucedió algo diferente en todo el universo y yo recibí una partecita de ello, el mensaje de una amiga que hace mucho no hablo, y todo esto fueron esenciales para decir lo que voy a decir.

Mientras trataba de acomodarme para estudiar siento un ruido como de cuchicheo arriba del mueble y de pronto rapidísimo una sombra voladora por el comedor que volvió al mismo lugar, arriba del mueble. Para mi suerte no era un murciélago, era un picaflor, si un Picaflor tan hermoso tan real, me desesperé no sabía que hacer porque se había asustado con mi presencia.

Le abrí la ventana le hablé, le hice señas de que pasara a través de ella como dirigiendo un avión me faltaban las luces en las manos, le chifle tratando de adivinar su idioma pero nada, le chiste los dedos como perro, toda una serie de payadas que atentan contra mi seriedad, y pensé, agarrar unas hojas y tratar de arrearlo, pero no fue muy buena idea, él quería ser libre hacia arriba y se chocaba el techo blanco, decidí dejarlo tranquilo.

Recurrí a Internet, suena tonto, pero ¿qué pasaba si lo agarraba con mis manos? Lo podía lastimar.. Y eso no era bueno, me sorprendió me puso contento saber que al poner la palabra Colibrí, salto el significado de “buen augurio”, aunque no decía nada de cómo tratar a estos pájaros.

Es buen augurio ver un colibrí, dice la leyenda antigua, era igual al que se encontraba en el comedor, mientras tanto él, descansaba en una decoración de alambre. Quería salir, pero no encontraba la puerta, era de noche llovía quizás no se ubicaba por la luz. Por otra parte decía que el colibrí puede estar muy cerca del hombre no es asustadizo, pero yo lo veía y respiraba y abría su pico como queriendo respirar por el calor de la habitación, apagué la estufa de gas, el calor del gas lo podía matar, pensé.

En fin, me animé, agarré un colador, me subí a la mesa y no estaba allí arriba del mueble, estaba arriba de mi cabeza en el farol. Te da un poco de cosita, con semejante pico, un simple pinchazo.. Por las dudas no quería probarlo así que lo acorralé y cayo dentro del recipiente con agujeritos, mientras la salida por arriba la tapaba suavemente con una tapa de tapper.

Salió lo saqué al garaje, le hablé pareció darse cuenta de que era inofensivo, lo deje en varios lugares y no quiso volar, después de revolotear cerca de la luz, me metí a dentro y cuando volví no estaba mas.

Lo busqué, no lo encontré, lo busqué por el piso por las dudas, en algún rincón en posibles parajes del techo, pero no estaba, espero que este bien, no sé si fue buen augurio, anda a saber hace cuanto que estaba encerrado acá adentro pobre bicho, pero me dejó una grata sensación, de lo torpe que podemos ser los seres humanos, de lo malos que podemos ser con un pájaro y con todos, en fin se dio cuenta de que yo era inofensivo.

Lo manipulé con tanta facilidad, pude habérselo dado a un gato o cosas de extrema malicia, pero no me dedico a ello, busco a cambio una bonificación gratuita y de paz, quizás.

Pero me sentí un poco bien, lo ayude a encontrar la salida, ya podía respirar tranquilo y buscar su rancho, sentí que quizás era un buen augurio, un gran augurio, para mí y para él. Yo nosé si el fue el único que salió de allí, creo que me encontré yo también. ¿para qué con qué satisfacción hacer el mal? Basta con una palabra en el momento justo, un aliento, un saludo un poco de contención, para sentirnos bien.