14 de octubre

Hoy es mi cumple, si tan solo pudiera sacarle unas fotos a mi sonrisa por cada uno que me saluda, les puedo asegurar que será más hermosa que nunca porque, realmente me gusta que se acuerden de mi, y además mi sonrisa no tiene precio, esta felicidad no se compra con nada, para todo lo demás existe Mastercard. Yo creo que si la alegría por cada saludo de mis mas queridos es medida con algún medidor de felicidad, se rompería el aparato, llegué a mis 23 uno más a la locura de los 22 y todavía siento que tengo 20 años y un poquito mas o sea nada.

Si alguna vez me preguntan que se siente? Se siente que seguís siendo un pibito de 22, un poquito más coherente, no decís tantas pelotudeces y tratas de ser un poquito más inteligente delante de las mujeres, eso creo, después sigo siendo el mismo niño de siempre no varia, cuando Sos un pelotudo SOS un pelotudo, contento y feliz vende más. Peor es no saber reírse de uno mismo.

Nunca salvo de chiquito aprecié los regalos, de chiquito hasta los 16 mas o menos bastante boludOn. Pero la historia es la siguiente yo sufrí mucho mi cumpleaños de chiquito, porque siempre tocaba el día de la madre, allí por primera vez en mi vida sufrí lo que es estar solo, sufrí lo que es no tener amiguitos en tu cumpleaños.

Es un garrón, siempre faltaban “mis amiguitos” de hecho en dos de mis cumpleaños solo tuve dos invitados, creo que cumplía 12. No me olvido mas de eso, uno de los que fue es aún mi mejor amigo, Felipe, aunque todavía no me mando ni un texto, el si tiene mi perdón.

Recuerdo aquel momento porque lloré como un infeliz, y yo quería que vinieran porque quería regalos, y después quería como todo nene que me canten el feliz cumpleaños, que coman mi torta y que sobrara para mi, que vengan las chicas, las que a mi me gustaban aunque no las conociera mucho, yo las invitaba igual porque me gustaban de eso me acuerdo fija.

Igual no voy a remover el pasado, solo quería decir, que lo que hoy me importa es que la gente que quiero y que me quiera me salude, yo puedo ver en lo más profundo sus deseos, de que me saludan con la mejor, por eso, ya no me importan los regalos, aunque extraño esa parte.

Hace un tiempo…

(Un detalle no menor) con mi mama habíamos hecho como treinta tarjetitas de Mickey (un groso en ese momento) y las había pintado con fibra todas, una por una, yo solito, con ayuda de lili mi hermanita. Qué al pedo las pinté que desilusión, lo terminé odiando a Mickey, creo que a ese cumple fueron un par de locos, que bueno que ni me acuerde.

Me gustaría estar cerca de las personas que más quiero y una parte de mi esta allá, en mi pueblo porque el lunes tengo un parcial acá en La Plata, pero bueno hoy me toca acá.

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