retrato de un recuerdo en el olvido


Necesito un matafuego, para apagar mi calentura de un tanto de locura mezclado con antojos a tus enojos del porque no te puedo visitar, de tu vieja que nos mira raro mas cuando estas a mi lado.


Como si fueras un sueño del fondo del mar, silencioso con ruido de fondo y una imagen borrosa y lenta de mis recuerdos. Dilucidar todo ello, implica poder verme a mi mismo en ese momento, queriendote querer con la mirada, desatando cada palabra en este enriedo innigualable que nos dejo el tiempo. Y ya no lo tenemos para deténernos a desenredarlo, el ocaso en este invierno es corto rápido y de luz tenua donde falta el calor.


Sin mas remedio que verte sonreir como alguien que encuentra un tesoro, yo te observo feliz. Quedas como una foto en el tiempo, en el mip. En el eter de mi cabeza resuena tu recuerdo, y sin embargo nos apreciamos de manera tan diferente, creo que sin voz no habría un mañana, un don juan que visite tu cama, un romeo en esta historia.


No existirían las mariposas para este jardín y las rosas se marchitarían con más rapides desesperanzadas de color y sin espinas que dejen rastros de dolor o cicatrices como heridas de algun tiempo pasado, que nos marcan el camino de lo pisado, heridas que el recuerdo suele depertarnos y al volvernos a ver, todo sigue igual, todo esta como lo dejamos, todo comienza a ser lo mismo con recuerdos lejanos y tiempos en que recordamos.


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