No seas forro, usalo.

 En la habitación de ella, no se necesitaba luz, frente a la avenida, no se escuchaban colectivos solo algún que otro auto y chicos de sábado a la noche. La tele reflejaba algunos destellos blancos como refucilos en el cuarto, La luz que penetraba las cortinas naranjas hacían el bulo perfecto para recibirla, ella se había ido a bañar y él, miraba las estrellitas brillantes que se pegaban al techo de la habitación.

 Recostado en la cama, tomo el control y cambió a un canal de música, sonaba un especial de Soda Stereo que hacía de aquel momento un lugar supremo, perfecto para estar con su amor. Crema de estrellas se escuchaba de fondo, ella recién duchada entraba con su camisón hasta la rodilla y el pelo revoltoso por el secador. Juntos los dos, hicieron de ellos una película en donde la bestia se come a la bella pero esta vez era al revés, ella parecía en su deseo ser la bestia, se tiró encima de él, y su castaño les cubrió la cara para empezar a los besos.

La ropa de él fue la primera en caer lejos de la cama, y cuando ya parecía no haber mas, el camisón voló con una lentitud de propaganda, en cámara lenta. La tele se apagó por una mano que debajo del acolchado parecía perder el control, pero todo estaba preparado para apretar el power de los dos lados, la tele se apagaba pero la cama se encendía, noche de sábado, la luz los acompaña, en un lugar perfecto con música de fondo, en un cuarto que parece de hotel, para es el bulo de los dos, es la unión de ese amor.

Y allí estan en la habitación de sus hermanas, que no están, porque todavía no tiene edad para salir.

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